"Orgullosamente Peruano"



Su cultivo se concentra en el café arábico, de excelente aroma, sabor y calidad; de las mejores tierras y alturas de nuestro país.




Historia de Cafè

Orígenes

Cuentan una leyenda muy conocida por los musulmanes y cristianos, que un día Alá vió que su Profeta Mahoma muy enfermo y envió al Ángel Gabriel con un regalo que lo repondría, le ofreció una bebida “Negro como la gran Piedra Negra de Kaaba” que existe en La Meca y esta bebida le devolvió la salud y la fuerza. Mahoma buscó un nombre al regalo recibido y lo llamó "Qahwa" que significa excitante, energético, vigorizador, y desde ahí, el café había entrado al mundo árabe.


Muchos años después, los turcos tomaron la costumbre de beberlo, pero tostando primero la semilla que molida la remojaban para hacer una bebida que llamaron Kahve.


Existen muchas leyendas sobre el origen del café y sus atributos, La más fuerte y aceptada trata de un pastor llamado Kaldi, en la región de Kaffa. La leyenda dice que Kaldi se dió cuenta de un extraño comportamiento de sus cabras después de haber comido la fruta y las hojas de cierto arbusto. Las cabras estaban saltando alrededor muy excitadas y llenas de energía. El arbusto tenía frutas parecidas a las cerezas, entonces Kaldi decidió probar las hojas del arbusto y un rato después se sintió lleno de energía; después llevó algunos frutos y ramas de ese arbusto a un monasterio y allí le contó al Abad la historia de las cabras y de como se había sentido después de haber comido las hojas. El Abad decidió cocinar las ramas y las cerezas; el resultado fue una bebida muy amarga que él tiró de inmediato al fuego. Cuando las cerezas cayeron en las brazas empezaron a hervir, las arvejas verdes que tenían en su interior produjeron un delicioso aroma que hicieron que el Abad pensara en hacer una bebida basada en el café tostado, y es así como la bebida del café nace.


Cronología
En el año 500 (AC). Podemos iniciar una cronología para el café, cuando era consumido por tribus de Africa mezclando con grasa, posteriormente fermentaron el fruto y elaboraron una especie de vino.


En el año 900, Llega el café al Yemen, en caravanas de mercaderes árabes, en donde la llaman Q’Ahwah, o “Kahwah” que significa vino, hecho en uva o de otra fruta, los árabes hervían la semilla del café, produciendo un vino de gran aceptación.


En 1300, según el Erudito A. Chevalier que publica en 1929 “Les Cafeiers Du Globe” indica que el café se cultivó en Arabia por primera vez recién en el siglo XIV. Dice que no existen constancias dignas de crédito de que se produzca café en Arabia antes de esa fecha. El café no se menciona en el Corán ni en las escrituras hebréas.


En 1511, Khaine Beg, Gobernador de la Meca, prohibe beber café, se le considera una bebida dañina a las buenas costumbres. Mientras que en otras latitudes, Portugal conquista la península de Malaca, motivados por la importancia del comercio de especias.


En 1523, el sacerdote Abdallah Ibrahim, desde la mezquita de Haffanaine, inicia una campaña contra el consumo del café. Causa tal alboroto que el Sheik Obelek convoca a una reunión con los personajes más influyentes, para tomar una decisión definitiva sobre el café, se discuten acusaciones y defensas, se sirven tazas de café a los presentes. En esta reunión se dio por terminado la oposición al café.


En 1530, el consumo del café se ha extendido a todo el medio oriente, en Turquía tiene un gran suceso. Se conoce la existencia de un gran establecimiento donde se discutía asuntos políticos y culturales mientras se consumía la olorosa bebida de moda, el Café. Como curiosidad se debe mencionar que en este lugar no se aceptaban mujeres y por extensión el consumo del café estaba reservado sólo a los hombres.


En Europa, ese año, el desarrollo tecnológico de la gastronomía menciona por primera vez los corchos para las botellas, aparecen en el diccionario de Palsgrave.


En 1534, en Constantinopla, aparece por primera vez escrito el nombre del café, en una explicación y comentario de sus cualidades. El imperio Otomano bajo el dominio de Solimán el magnífico, está en su máxima expansión, conquistan Hungría, Tunicia, Mesopotamia y expulsan a los Turcos de Bagdad.


En 1566, es publicado en Arabia un documento, en el que se dice que un Mollah llamado Djmaleddin Abou Elfrager, fue el que introdujo el café en Arabia, desde Abisinia en el siglo XIV. Este año muere Soliman I, el magnífico, y su muy grande y poderoso imperio declinara muy rápidamente debido a la ineptitud de su hijo y sucesor Selim II.


En 1570, sacerdotes mahometanos declaran que el café es una bebida alcohólica y por lo tanto, prohibida por el Corán. Mientras que en Europa se comentaba la publicación del cartógrafo flamenco Abraham Ortelio “Theatrum Orbis Terrarum” que es el primer Atlas de la era moderna. Ese mismo año en Lima, se establece el primer tribunal de la Inquisición en América.


En 1573, el famoso escritor y viajero Rauwolf, menciona con mucho entusiasmo al café en una de sus crónicas ilustradas. Aparentemente es el primer europeo en analizar y difundir las características de esta nueva bebida. Ese año se firma la Paz de Constantinopla, que pone fin a la cruenta Guerra Turco – Veneciana. Venecia cede Chipre y paga a Turquía una importante indemnización.


En 1591, Prosperó Albino o Alpini, navegante veneciano, escribe un diario donde menciona con gran entusiasmo haber encontrado una nueva bebida, con poderes energéticos especiales, es el café. Mientras que el navegante James Lancaster es el primer inglés en llegar a las Indias Orientales, utiliza la vía del cabo de Buena Esperanza.


En 1599, Baba Budan, peregrino mahometano, siembra plantas de café cerca de su vivienda en Chikmagalur, en las montañas de Mysore, en la India. Mientras que los empresarios de Marsella fundan la primera Cámara de Comercio.


En 1600, recién a inicios del siglo XVII el café se difunde por Europa, en Italia la llamaron Cafee, en España Café, en Inglaterra Coffee. Una variedad muy aromática la traen del Puerto Yemenita de Al Mukha, por lo que en Italia denominaron a esta variedad Caffe Mocha.


Pronto se abrieron en todas partes establecimientos para vender esta nueva bebida, los llamaron Coffehouses en Inglaterra, Cafes en Francia y en España. A mediados del siglo XVII, en las tertulias en México y Perú, llamaron Cafetería a estos lugares y luego pasó a todo el mundo de habla castellana, donde se difundió esta nueva palabra, Cafetería.


En 1637, existía una muy conocida Coffehouse en Oxford, Inglaterra. Donde se reunían para conversar muchos intelectuales, es conocido este lugar debido al testimonio del famoso viajero y escritor, Nathaniel Conopios. Seguramente es esta cafetería se discutía el recién publicado libro del científico y filósofo francés René Descartes, titulado el Discurso del Método, en el cual expone y demuestra el método deductivo.


De esta fecha también, es el comentario del estudiante de Oxford John Evelyn, quien relata admirado el rito que realizaba el visitante Obispo Griego Ortodoxo de Esmirna para preparar y beberse una nueva y exótica bebida: El Café.


En 1644, el comerciante francés Haye trae a París desde Turquía, café tostado y algunos aparatos para su preparación. Mientras que el pensador John Milton propaga conceptos sobre la libertad de palabra y pensamiento en su obra “Areopagitica” y los suecos acuñan las monedas mas pesadas de la Historia, son los “10 Talleres” cada una de las monedas pesan nada menos que nueve kilos.


En 1645, el comerciante veneciano Pietro Della Valle, importa café. Trata de introducirlo y comercializarlo en el mercado. Algunos historiadores de la gastronomía parten de este hecho para iniciar la historia del café en Europa. Ese año se inicia una nueva guerra entre Turquía y Venecia, por las intenciones de los turcos de apoderarse de Creta.


En 1648, cronistas relatan que en esa fecha se construyó un Coffehouse de mucho éxito en Londres, llamado Lloyd. Donde seguro se comentaba la Paz de Westgalia, que pone fin a la guerra de los “Treinta años” iniciada en 1618, por una revolución nacionalista y protestante en Bohemia.


En 1650, en el Angel, en la Parroquia de San Pedro de Oxford, se inaugura un establecimiento exclusivo para café y tertulia donde se comentaba que en América la población asciende a 10,5 millones y la ciudad mas poblada sigue siendo la minera Potosí con 160,000 habitantes. Algunos historiadores afirman que el Café del Angel es el primero en Europa. Su propietario fue un Judío del Líbano llamado Jacobs.


En 1651, Daniel Edwards realiza comercio entre Inglaterra y Turquía, uno de sus objetivos es la importación de café, es el primero que comercializa café en grano. Trabaja en una convulsionada época, donde Carlos II es coronado rey de Escocia, invade a Inglaterra, pero es derrotado por Cromwell en la batalla de Worcester y tiene que asilarse en Francia.


En 1652, un ciudadano griego inaugura con gran suceso un establecimiento para expendio y consumo de café en el centro de Londres. Mientras marchan los soldados hacia el frente de batalla, por que Inglaterra a declarado la guerra a Holanda a causa del acta de navegación. Y mientras se comentan estos sucesos, degustando un reconfortante cafecito. En otros lugares, en Viena se inaugura el primer teatro para ópera y el influyente Lully pone de moda el “Minué” en la Corte Francesa de Luis XIV, para hacerle la competencia a la popular “Polonesa” danza cuyo origen se atribuye a las marchas triunfales de los guerreros polacos.


El 25 de marzo de 1652, Sir Leslie Boycem alcalde de Londres, es invitado por la Asociación de Compradores de Londres, a develar una placa conmemorativa al café, en el callejón de St. Michael.


En 1653, surgen críticos al consumo de café en Inglaterra, publican comentarios como el siguiente: “El café es el apaciguador mental de los borrachos, el pasatiempo del tonto; lo admiran sólo por ser producto del Asia, los necios son presa del delirio cuando escuchan que las bayas crecen en los desiertos de Arabia, pero no darían un bledo por un tonel lleno si se diera en los alrededores”.


En 1654, habita en Londres un famoso experto en la preparación de café, su nombre es Pasca Rosee, es un joven Ragusan proveniente de Esmirna. Renombrados miembros de la sociedad disputan sus conocimientos profesionales. Mientras analizan el tratado de Westminster, que pone fin a la guerra Anglo–Holandesa. Por fin, los holandeses han reconocido el acta de navegación.


En 1658, los holandeses se interesan en el café, comienzan a sembrar plantas en Ceilán, creen que es el cultivo ideal para la zona. Mientras se sienten orgullosos de su matemático y astrónomo, Christian Huygnes, quien ha inventado el péndulo, el gran regulador de los relojes.


En 1663, en Londres, se otorga una patente al café, se le denomina y trata como una infusión tonificante. Mientras se acuñan las primeras guineas de oro y se estudia con asombro el “Teorema del Binomio” que es formulado por el célebre matemático Isaac Newton.


En 1664, se consume con gran suceso café en Holanda. Mientras que los empresarios comentan preocupados la fundación, por Jean Baptiste Colbert, de sus competidores las compañías francesas de las Indias Orientales y Occidentales. Por otro lado Descartes, afirma que el doctor Harvey tiene razón, la sangre se halla en incesante estado de circulación.


En 1671, en Marsella, la boca del Rodano, el mayor puerto de Francia y el Mediterráneo, se inaugura un Café. Donde seguro los hombres de mar comentaban, con diferentes puntos de vista, el saqueo a la ciudad de Panamá del osado pirata Henry Morgan.


En 1675, preocupan al Rey Carlos II, las casi 2800 casas de expendio de café, que existen en Inglaterra. Cree conveniente dictar una proclama rescindiendo sus licencias por considerarlas lugares propicios para la sedición, esta medida política tuvo gran oposición.


En 1678, el explorador Bruce, en su libro “Viajes para descubrir las fuentes del Nilo” cuenta que los pobladores de Etiopía, consumían café tostado y molido, mezclado con aceites y grasas. Esta mezcla la amasaban y era el alimento principal en sus largas caminatas. En el año también hace noticia, la llegada a Europa desde el Japón del primer Crisantemo.


En 1679, mientras que el físico francés Denis Papin inventa la olla a presión y en París se funda la “Compañía de Africa” que monopoliza el envió de esclavos a América. El Café llega a Alemania. En Hamburgo, abre sus puertas al público un establecimiento exclusivo para el expendio de esta exótica bebida.


En 1680, existe un fuerte contrabando de Café en Inglaterra todos los intentos para detenerlo, son infructuosos. El consumo de café en Bretaña se generaliza. Mientras se califica de abusivo al rey Carlos XI propiedades de la aristocracia reviertan a la corona.


En 1683, es el año en que tropas turcas bajo el mando de Kara Mustafa, sitian a Venia durante 58 días y también se inaugura en esta hermosa ciudad con gran suceso el café “La botella azul”. Los insumos de este establecimiento fueron un botín de guerra, 500 sacos de fino café que los turcos abandonaron. Allí, en el nuevo lugar, los parroquianos analizaban las características de esta convulsionada época, - en la que también España declara la guerra a Francia. Mientras degustaban el “Café Vienes” y el propietario Mr. Kolezyki hacia muy buenas utilidades.


En 1684, se inaugura con curiosidad y buen suceso un café en Leipzig, mientras que Polonia y Venecia constituyen la “Santa Liga de Linz”, contra Turquía, son patrocinados por el Papa Inocencio XI.


En 1687, se inaugura en Hamburgo una importante comercializadora de café. Mientras se libera a Hungría del dominio turco en la batalla de Mohacs. También son liberados Atenas y el Peloponeso, por un ejército veneciano a órdenes de Francesco Morosini. El fuego de los cañones venecianos ocasiona daños al Partenon, patrimonio de la humanidad.


En 1689, en el lugar de moda en París, “Le Precope”, se ofrecía café preparado en cinco formas diferentes, mientras se comentaba el edicto que disponía fundir todas las vajillas de oro y planta en Francia y se planeaba su remplazo con piezas de cerámica. Este mismo año, en Leiden, se realiza la primera Feria Comercial Moderna donde se ofrece café a los visitantes.


En 1690, mientras los franceses intentan apoderarse de la parte española de Santo Domingo y los españoles exploran la región de Texas y establecen misiones en Arizona. Llega el café a América, Boston es la primera ciudad que disfruta de su aroma y sabor.


En 1691, el gobernador de las Indias Orientales Holandesas, Nicholas Wilser, se interesa en el cultivo del café, encarga la obtención de semillas y plantones en Arabia.


En 1692, los Holandese siembran Coffea Arábica en Ceilán.


En 1694, el café tiene gran aceptación en América del Norte, algunos tratan de explicar su rápida difusión en las clases populares por los elevados impuestos que se pagan por el té. Recordemos que en Europa el café es muy caro y de consumo exclusivo en la nobleza y burguesía.


En 1695, en Roma, el profesor de Idiomas Antiguos, Fausto Nironi, escribe un libro sobre los orígenes del Café y la forma de prepararlo en Infusión, es el primer texto especializado en el café.


En 1696, los Holandeses envían plantas de café a Java, provienen de la Costa de Malabar. Estas plantas fueron de la especialidad Coffea y habían sido originarias de Arabia.


En 1699, el escritor Louis Moreri, publica el siguiente comentario en Londres: “Esta bebida (El café) está muy de moda en Europa, y especialmente en Inglaterra y Francia. Se dice que sólo en la ciudad de Londres hay unos tres mil cafés, establecidos con el único propósito de vender esta bebida, y que están repletos de gentes a todas horas del día y parte de la noche”.


En 1700, una exótica bebida, el café, conquista Rusia.


En 1701, los británicos siembran café en las costas de Malabar, las plantas provienen de Aden.


En 1702, los cafés eran establecimientos mas bien austeros en la decoración, con una gran barra atendida generalmente por mujeres encargadas de servir el café en fuentes, que distribuían los camareros conjuntamente con ejemplares de los distintos diarios. Existían cafés con tendencias definidas. Por ejemplo, los clérigos solían acudir al Cocoa Tree que estaba situado en Convent Garden. Los actores de la época se reunían en el Café Bedford, que estaba situado cerca de los teatros. Los hombres de negocios concurrían al Lloyd’s Coffee House, que con el tiempo dejó de vender café para convertirse en una Agencia de Seguros y posteriormente en un famoso Banco.


En 1703, de esta época y de Marsella proviene el comentario del médico Colomb, quien escribe: “El café, este brebaje oriental, contiene una sustancia picante y muy seca que priva al cuerpo de los jugos naturales, y atormenta al bebedor con un desvelo, un cansancio y una impotencia eternas”.


En 1708, los franceses compran sesenta plantas de la variedad de “Moca” y las llevan a la Isla Reunión, pero no prosperaron. Años después insistirían, esta vez siembran el café en la zona de Bourbon. Que si tiene éxito y son el origen de la conocida especie “Café Bourbon”.


En 1711, se produce la primera exportación de café desde la Indias Orientales Holandesas, son 894 libras y su destino Amsterdam.


En 1714, es célebre el regalo que hace el burgomaestre de Amsterdam, el noble Brancas, al rey francés Luis XIV, - Un bello arbusto de café.- La joven planta medía 1.72 m. fue sembrado en el “Jardín Desplantes” de París, fue encargado de su cuidado Antoine de Jussieu.


En 1715, el café llega a Haití y la Martinica, el encargado de su difusión es Gabriel Mathieu de Clieux. Oficial de la marina francesa. Ese mismo año muere el Rey Sol, Luis XVI, después de reinar 72 años. Deja la economía francesa quebrada y el regente, el duque de Orleans, tiene que cuidar al nuevo rey Luis XV, de sólo cinco años de edad.


En 1716, el notable botánico francés Antoine de Jussieu, clasifica al cafeto árabe como un jazmín y lo denomina “Jasminum Arabicum Laurifolia”.


En 1719, desde Amsterdam se envían plantas de café a Surinam, son de la especie Coffea Arábica, mas tarde se conocería a esta variedad, en el Brasil, con el nombre de “Typica”.


En 1721, la hermosa ciudad de Berlín, cae rendida antes los encantos de una fuerte bebida, el café.


En 1723, el capitán de la marina francesa Gabriel Mathieu de Clieu, cosecha cafetos en los jardines de su casa en las Antillas, estos serían el origen de las plantas de café en la Martinica, Antillas Españolas y Jamaica.


En 1724, en época del Vigesimoctavo Virrey del Perú, don José de Armendariz, Marqués de Castelfuerte, la Sociedad Limeña disfruta de la exótica bebida de moda, el café. Algunos comentarios decían: “La nueva bebida es tan amarga como el nuevo virrey” y se referían a la reputación de que venía precedido de “Hombre bragado y de malas pulgas”.


En 1727, se introduce el cultivo del café en Brasil, las primeras plantas provienen de la Guayana Francesa. (Brasil es el actual primer productor de café en el mundo). Mientras ese mismo año de 1727, en Pennsylvania, América del Norte. Los cuáqueros abogan por la abolición de la esclavitud de los negros de las Colonias.


En 1728, el botánico James Duglas, publica una monografía botánica, donde clasifica a las plantas de café como “Jasminun Arabicum” es decir de la familia de los jazmines.


En 1732, comienza el cultivo del café en Colombia, en la misión Jesuita de Santa Teresa de Tabage, en la confluencia de los ríos Orinoco y Meta. ( Colombia es el actual segundo productor de café en el mundo). Mientras ese mismo año de 1732, en Europa se establece un capítulo en la historia del Arte, se inaugura en Londres, el convento Garden Opera House.


En 1740, sube al trono de Prusia, Federico II, el grande, ilustre guerrero y administrador hábil, político escéptico y sin escrúpulos, consideró que se enviaba demasiado dinero al extranjero para la compra de café y prohibió su importación, enviando a sus alguaciles tras los infractores. Como ustedes suponen, la persecución le dio al consumo de café, un matiz de peligro adicional y como una magnífica promoción, incrementó la demanda.


En 1742, el famoso compositor Juan Sebastián Bach compuso como una oda al café, una muy bonita melodía “La fuga para el café”. Esta sensacional bebida era la acompañante oficial de los músicos e intelectuales. En esta época Handel alcanza la cúspide de la popularidad cuando dirige la audición de estreno de su oratorio El Mesías en la ciudad de Dublín.


En 1748, Antonio de Gelabert introduce el cultivo del café en Cuba. Mientras los doctores comentan los descubrimientos del médico británico John Fothergill sobre el terrible azote de la humanidad, la Difteria.


En 1753, Linneo establece que el cafeto es una variedad del género “Coffea” abandona la teoría de que pertenece a la familia del Jazmín.


En 1757, el consumo de café se populariza en Suecia y Dinamarca, la costumbre se propaga desde Alemania.


En 1770, la prohibición en Europa del Café, no desanimó a los consumidores, pero si los muy altos precios. Se inicia una febril búsqueda de sucedáneos, castañas, bellotas, cereales, nueces, judías, guisantes eran tostados de mil formas diferentes con pésimos resultados de sabor. Al parecer sólo al Achicoria tuvo un cierto y momentáneo éxito se la comercializa con el nombre de “CAFÉ PRUSIANO”.


En 1790, se conoce que durante el virreinato en México de Bernardo de Galvez, se consumía con mucha demanda café importado de Cuba. Existe un establecimiento especializado en la comercialización del Café.


En 1791, el conde Rumford (nacido en Woburn, Massachusetts) cuyo nombre verdadero era Benjamín Thompson, inventó la primera máquina de café, también una cocina económica y profundizó el tema de la transferencia de calor. Desarrolló las primeras ollas a vapor portátiles para el ejército y las famosas “Sopas Rumford” una mezcla de guisantes, patatas y cebadas, todo hervido. Ayudó a que se popularizasen las papas en Europa.


En 1792, el estudioso de la botánica Afzelius, menciona el cultivo con gran éxito de la variedad “Liberia” en Sierra Leona. Aunque de gran calidad, el café africano no tenía la difusión del café proveniente de Arabia.


En 1822, Louis Bernard Rabaut, experimenta nuevas formas de preparar el café, prueba haciendo pasar una mezcla de agua caliente y vapor en café recién tostado y molido, se está descubriendo el moderno café expréss.


En 1857, partieron 300 colonos austro–germanos desde Europa rumbo al Perú, hacia “La Tierra Prometida”. Iniciaron una larga travesía de 2 años, abriendo ellos mismos su propio camino en la selva amazónica. Finalmente se establecieron en la zona del Pozuzo, emprendiendo la ardua tarea de Colonización.


En 1869, aparece la enfermedad “Hemileia Vatratrix”, los rendimientos de las plantas de café se reducen a la mitad, parece que se originó en el Africa y se propaga a Ceilán, Java, Fiji, Filipinas. Muchos agricultores cuando sus utilidades fueron menores que sus gastos, cambian sus cultivos al té.


En 1876, se inicia la actividad cafetalera en la región de Chanchamayo; Selva Alta situada en la parte Central del Perú, la cual está cubierta por una densa vegetación de bosque tropical.


En 1906, el inventor Luige Bezerra, en su ciudad natal Milán, presenta a la opinión pública una muy original máquina de café Express con hervidor vertical. Mientras Europa disfrutaba y cantaba la viuda alegre, la recién estrenada opereta del joven y talentoso compositor austríaco, de origen Húngaro, Franz Lehar.


En 1910, se inicia este año con una nueva costumbre en España, comer doce uvas a los sones de las doce campanadas. También muere el bacteriólogo Robert Koch en Baden Baden a los 67 años de edad y el primer campeón mundial de boxeo de raza negra Jack Johnson derrota en el 14º roun a la “Gran esperanza blanca” Jim Jeffries. Mientras esto sucede, el industrial Disderip Pavoni, utilizando la patente del inventor Bezerra, comienza la producción de máquinas para preparar café Express.


En 1927, se funda la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, es una Asociación modelo dentro del ramo cafetalero. Este mismo año, el 21 de mayo, el aviador estadounidense Charles Lindbergh atraviesa el Océano Atlántico, en el “Spirit of st Louis” es el primer vuelo transatlántico, partió de Nueva York a la media noche y llegó a París las 10 de la noche y 5 minutos, en casi 22 horas de vuelo solitario.


En 1962, se funda la Organización Internacional de Café, sus objetivos principales son regular el mercado, principalmente precios y cuotas de producción y también propiciar su difusión científica. Esta asociación, la conforman 54 países productores y 29 consumidores.


En 1999, En la Universidad de Queensland, Australia, indica que la cafeína, la droga que nos ayuda a elevar nuestras energías por la mañana, es un remedio eficaz, inofensivo y barato para la insuficiencia respiratoria de los bebes nacidos hasta 15 semanas antes de tiempo.


El doctor Bruce Charles, que dirigió el estudio, opina que los bebes prematuros sufren accesos de falta de respiración espontánea de hasta 20 segundos, lo que puede reducir la concentración de oxigeno en la sangre y causar sordera, hipotensión, lesiones cerebrales y trastornos del desarrollo.


Casi todos los niños prematuros necesitan la ayuda de un respirador mecánico y la administración de aminofilina para poder respirar por si solos. Sin embargo, este fármaco puede tener efectos secundarios graves que comprenden lesiones neurológicas y cardiacas. Un experimento piloto realizado con niños prematuros en la Maternidad Mater, en Brisbane, confirma que la cafeína es un sucedáneo mucho mas inofensivo y sus efectos son mas duraderos.


En 2000, Científicos británicos y japoneses identificaron los genes que codifican para una enzima que cataliza los dos últimos pasos de la biosíntesis de la cafeína, tanto en las plantas de café como té, lo que seria el primer paso para cultivar variedades genéticamente modificadas que no contengan cafeína. La revista científica Nature, dice que los genes podrían ser boqueados o silenciados de modo tal que no produzcan mas cafeína.

La Primera Cafetería
Fue en Arabia donde posiblemente se abrió el primer establecimiento dedicado al café o cafetería, ya que los derviches lo tomaban para ahuyentar el sueño y poder orar en las horas de la noche, costumbre que se extendió a otras ceremonias religiosas. Tanto se extendió la costumbre de tomar café que para satisfacer la gran demanda se abrieron los primeros kehveh kanes o cafeterías, y fue tanto el escándalo que causó, ya que los feligreses descuidaban los oficios religiosos, que en 1.511 se dió la ordewn de cerrar todos los establecimientos.


La costumbre de tomar café llega a Turquía en el año 1.517 tras la conquista de Egipto por Salim I y bajo el reinado de su hijo Solimán el Magnífico se abrieron los primeros cafés en el año 1.554 en el barrio Taktacalah de Constantinopla siendo desde entonces lugar de reunión de intelectuales. Sus propietarios, Schemsi de Damasco y Hekem de Alepo recibían a sus clientes en su establecimiento lleno de sofás y alfombras orientales lujosamente ornamentadas, cobrando un centavo por tazón o escudilla de café.


En Europa no se tiene constancia cierta de los primeros cafés pero imaginamos que por el comercio con Constantinopla, (lea nuestro articulo sobre la Larga marcha de las especias por la ruta de de la seda), debieron ser los venecianos los primeros en abrir cafeterías, aunque se tiene constancia que el primer café se abrió en Italia en el año 1.645 con aprobación papal.


En Inglaterra según Isaac Disraeli en su obra Curiosities of literature relata que en el año 1.650 un judío procedente del Líbano, llamado Jacob, abrió en Oxford el primer café público. William Oldys (fallecido en 1.761) nos relata lo siguiente: Un mercader de Lonrdes, mister Edwars, adquirió la costumbre del café en Turquía. Al instalarse en Inglaterra llevó consigo a un joven, Pasqua Rosée, que había conocido en Ragusa y preparaba la bebida para él. Como esta novedad le trajo mucha compañía a la hora del café, concibió la idea de abrir un establecimiento, asociando a Parqua Rosée con un yerno de mister Edwars.


La implantación en Viena del café es curiosa por lo original de su historia. En 1.683 el sultán turco Mohamed IV envía a 300.000 hombres, al mando de Kara Mustafá, a sitiar la ciudad, el emperador escapa de milagro del cerco otomano. Un antiguo intérprete del ejército sitiador, Franz George Kolschitzky, de origen polaco, disfrazado con uniforme turco pasa las filas y se reúne con el emperador Leopoldo comunicándole toda la información del enemigo. Gracias es estos informes los turcos fueron derrotados dejando en el campo de batalla un inmenso botín compuesto por 25.000 tiendas de campaña, 10.000 bueyes, 5.000 camellos, gran cantidad de oro y muchos sacos de café. Los austriacos se repartieron el botín excepto el café que no sabían para que servía y Kolschitzky lo reclamó para si. Al poco tiempo este hombre abrió el primer establecimiento en Bischofhof y se popularizó tanto que en el año 1.839 existían en Viena ochenta establecimientos y cincuenta más en los suburbios, todo un gran negocio.


En París fue conocido el café de la mano del embajador turco Silomán Aga que desde junio de 1.669 hasta mayo de 1.670 estuvo en la cuidad del Sena. Llevó gran cantidad de café para consumo propio y para las recepciones en la embajada. Isaac Disraeli nos relata como se servía: El café era servido por esclavos negros, ofreciéndolo de rodillas y ornados con los más suntuosos vestidos orientales. Un moka escogido era escanciado desde una especie de salsera de oro y plata, posada sobre servilletas de seda bordadas, orladas de oro puro, a unas minúsculas copas de porcelana fina.


En el año 1.672 se abre el primer café en París, regentado por un armenio llamado Pascal en una barraca en el mercado de Saint-Germain, siendo la bebida servida por jóvenes camareros turcos.


Se cuenta que el Papa Clemente VII decidió probar esa bebida que se intentaba prohibir por ser vicio de los musulmanes, los sacerdotes le decían que 'el café es una invención de Satanás, es una trampa del diablo y los cristianos corren el riesgo de caer en ella perdiendo su alma', en apoyo de ello argumentaban que el demonio había prohibido el vino a sus seguidores porque era santificado por Cristo y utilizado en la sagrada comunión y en sustitución le había dado esta diabólica mezcolanza negra, que ellos llaman café.


El Papa curioso decidió investigar e hizo que le sirvieran una taza y tras saborearla dijo: Esta bebida de Satanás es tan deliciosa, que sería una lástima dejar a los infieles la exclusiva de su uso. Vamos a chasquear a Satanás bautizándola y así haremos de ella una bebida auténticamente cristiana.


En el siglo XVIII se consideraba tanto al café como al té una droga como consecuencia de los efectos excitantes de ambas infusiones y se pensaba que su uso continuado y tomado a grandes dosis podría acarrear la muerte, entonces el rey Gustavo III de Suecia decidió experimentar con dos personas para saber el efecto nocivo de ambas cosas, a tal efecto condenó a dos reos que estaban sentenciados a muerte para que se experimentara con ellos, nombró a varios médicos que controlarían el experimento de saber cual de las dos drogas sería más letal en aquella muerte lenta. El rey no pudo ver los resultados ya que murió asesinado de disparos por Anckarströn en 1.792 y tampoco los médicos que murieron antes que los reos, lo condenados al final murieron de viejos.


La Primera Cafetera
Corría el año 1.802 cuando el farmacéutico francés Francois Antoine Descroisilles se le ocurrió la idea de unir dos recipientes metálicos comunicados por una chapa llena de agujeros a modo de colador, la parte inferior la llenó de agua y café molido y puso el ingenio al fuego. Cuando el agua llegó a su punto de ebullición subió al recipiente de arriba la infusión había tomado el olor y sabor del café. Ese mismo año lo patentó con el nombre de ‘Caféolette’, había nacido la primera cafetera de la historia.


Al hilo de éste invento el agrónomo y químico, también francés, Antoine Cadet de Vaux saca al mercado, en 1.806, la cafetera de porcelana.


No es hasta 1873 cuando se produce la primera patente en Estados Unidos, el aparato en cuestión era un cilindro que contenía en su interior un filtro que bajaba presionando los posos del café, el problema que tenía era que no siempre el diámetro de dicho filtro coincidía perfectamente con el del cilindro, lo que hacía que muchas veces el consumidor casero tenía que volver a colar la infusión.


El avance definitivo, en cuestión de cafeteras, vino de la mano de un ama de casa alemana llamada Melitta Benz, la cual, en 1.907, siguiendo el sistema del primitivo invento, dos recipientes intercomunicados, introdujo la variante de poner un paño poroso de lana en lugar de un colador. El resultado a corto plazo era bueno pero a medio plazo demostró su ineficacia al comprobar que la tela, por el uso, se desgarraba y gastaba. No tardó mucho en encontrar la solución al problema, ya que al año siguiente, ideó un sistema de usar y tirar con unos papeles muy porosos, de hecho al principio eran recortes de papel secante.


En 1.940 un alemán llamado Peter Schlunbohm, que había emigrado un año antes a Estados Unidos, ensayó con un nuevo material, el pirex, compuesto del vidrio muy resistente al calor, y con el que hizo un recipiente con otro en forma de cono invertido en su parte superior y entre ellos el papel poroso. Eran malos tiempos para los inventores, ya que se estaba en plena Guerra Mundial y todas las fábricas estaban militarizadas y su producción orienta a la elaboración de materiales de guerra, sólo se podían fabricar utensilios para la vida civil con el consentimiento del Departamento de Guerra. Esto no arredró a este hombre que escribió directamente al Presidente del país una carta que entre otras cosas ponía: “Un rey no se preocupa por los detalles. Pero un presidente se preocupa incluso por los detalles”, después de dicha semejante tontería el Presidente de Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt, que era muy cafetero, le dio permiso para fabricarla, suponemos que con el deseo por tomar un buen café y no por las dotes de convicción de Peter. El aparato se comercializó con el nombre de Cafetera Chemex.


Hasta aquí la historia de las cafeteras, ahora contaremos la historia del café express.


El empresario italiano Luigi Bezzera harto de ver como sus empleados perdían el tiempo en tomar café ideó esta máquina industrial en el año 1.901, el látigo ya estaba inventado, así que se ahorró otro invento para que sus empleados produjeran más. Cuatro años más tarde vende su patente a Desiderio Pavoni que lo comercializa y lo instala en los bares. Éste tipo de máquinas permiten una producción continua de café sin que por eso pierda su sabor y aroma.


En la actualidad existen cuatro tipos de máquinas: las de palanca, las hidráulicas, las semiautomáticas y las súper automáticas y dentro de éstas últimas las hay manuales, pulsantes, temporizadas y electrónicas. Todas ellas deben de cumplir con que la temperatura del agua debe de estar entre 87 y 94 grados centígrados y el molido del café sea el idóneo.